El asesoramiento en TCC ayuda a los adolescentes a superar la depresión

Gemma solía despertarse cada mañana y se preguntaba si tenía sentido salir de la cama y empezar el día. En apariencia, la joven de 16 años parecía tener una vida estupenda. Tenía una familia que la apoyaba, buenas notas y muchos amigos. Pero hace un año empezó a sentirse "apagada".

Empezó a evitar las situaciones sociales y a tener problemas de imagen. Estos sentimientos parecían surgir de la nada, y sus padres se dieron cuenta. Su hija, por lo demás vibrante y simpática, era ahora huraña, apática y triste.

"Al principio temíamos que se hubiera metido en drogas, porque su comportamiento cambiaba muy deprisa. Pero no teníamos pruebas de ello", dice su madre. "Empezó a cortarse y amenazó con quitarse la vida
numerosas veces. En ese momento supimos que necesitaba más ayuda".

Gemma sufría depresión. La depresión adolescente a menudo hace que los problemas parezcan abrumadores y el dolor asociado insoportable. El suicidio es un acto de desesperación y la depresión adolescente suele ser la causa principal. Puede afectar a cualquiera. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 10 a 24 años. Tras un intento de suicidio, Gemma decidió que necesitaba ayuda y la buscó ella misma.

"Yo era la típica adolescente en el instituto", dice Gemma. "Era feliz, sólo tenía que lidiar con las cosas típicas que surgen, ¿sabes? Pero cuando la depresión me golpeó, sentí que me estaba perdiendo a mí misma, y fue empeorando a medida que pasaba el tiempo. Después de intentar suicidarme, también le dije a mi madre que me estaba cortando y ella pidió una cita con un médico que me diagnosticó depresión. Eso cambió mi visión de mi propia situación".

Gemma tuvo algunas citas con el médico y luego fue derivada a Caridades Católicas para recibir asesoramiento, donde participó en una terapia cognitivo-conductual (TCC) para adolescentes deprimidos, con el fin de ayudarla a dar sentido a sus sentimientos. La TCC para adolescentes deprimidos es una práctica basada en pruebas, un tipo de terapia muy eficaz que se centra en cómo nuestros pensamientos, creencias y actitudes afectan a nuestros sentimientos y comportamiento. La TCC puede ayudar a dar sentido a problemas abrumadores dividiéndolos en partes más pequeñas. Es uno de los tratamientos más eficaces para las afecciones en las que la ansiedad o la depresión son el problema principal. Puede ser tan eficaz como los antidepresivos para muchos tipos de depresión. Y ayudó a Gemma.

"Esta vez, estaba ansioso por ir a mis citas porque no me sentía tan raro, y finalmente todo tuvo sentido para mí. No estaba sola", dijo Gemma. "Pedir ayuda me salvó la vida, y me siento una persona diferente por ello".

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